El alzheimer se puede prevenir: la vacuna del herpes reduce el riesgo un 20%
Virus que afectan al cerebro están en el origen de una parte de los casos de demencia

Las personas mayores que se vacunan contra el herpes zóster tienen menos riesgo de desarrollar alzheimer, según una investigación de la Universidad de Stanford (EE.UU.) que establece por primera vez que la relación entre la vacuna del herpes y la prevención de la demencia es de causa-efecto.
Los resultados que se presentan hoy en la revista Nature muestran que las personas vacunadas en Gales a los 79 años tienen un riesgo un 20% más bajo de recibir un diagnóstico de demencia en los siete años siguientes.
En Catalunya, la vacunación contra el herpes zóster está incluida en el calendario vacunal desde 2022 y se ofrece a los 65, 80 y 90 años, así como a personas de otras edades si forman parte de grupos de riesgo, informa el departament de Salut.
Emerge una nueva visión del alzheimer: no tiene una sola causa sino que es el resultado de procesos patológicos diversos
Los resultados de la Universidad de Stanford indican que “los virus que hibernan en el sistema nervioso durante años pueden estar implicados en el desarrollo de la demencia”, declara a La Vanguardia Pascal Geldsetzer, director de la investigación. Según esta interpretación, el alzheimer no tiene una sola causa sino que puede ser consecuencia de diferentes procesos patológicos, uno de los cuales serían los herpesvirus.
“En años recientes se han acumulado las evidencias que apuntan a que hay diversos mecanismos que pueden conducir al alzheimer. Es comparable a lo que ocurrió con la comprensión del cáncer, donde hemos entendido que hay una variedad de cánceres distintos”, declara Jordi Camí, vicepresidente de la Fundació Pasqual Maragall. Estos diferentes procesos parecen llevar a la acumulación de la proteína beta-amiloide en el cerebro, una característica común a todos los casos de alzheimer.
El herpes zóster, también llamado culebrilla, cuyo síntoma más común es una erupción cutánea dolorosa, está causado por el mismo virus que la varicela. Se trata de un virus distinto que el del herpes bucal.
En personas que han pasado la varicela, el virus queda latente en células del sistema nervioso durante toda la vida. En personas mayores o inmunodeprimidas, puede reactivarse y causar el herpes zóster.
El herpes zóster está causado por el mismo virus que la varicela, que queda latente en el sistema nervioso durante toda la vida
Estudios anteriores habían observado que la incidencia del alzheimer es más baja de lo esperado entre personas que se han vacunado contra el herpes zóster. Sin embargo, quienes deciden vacunarse suelen tener hábitos más saludables que quienes no lo hacen. Por ello, no se sabía si la menor incidencia del alzheimer en este colectivo se debía al hecho de haberse vacunado o a otros factores que también reducen el riesgo de demencia como una mejor dieta o un menor sedentarismo.
Los investigadores de Stanford han resuelto la incógnita analizando datos de la población de Gales, a la que se ofreció la vacunación contra el herpes zóster a partir del 1 de septiembre de 2013. Como no había suficientes vacunas para todas las personas mayores, se ofrecieron solo a quienes tenían 79 años en aquella fecha.
Esto ha permitido comparar a los ciudadanos que acababan de cumplir 80 años con los que estaban a punto de cumplirlos, dos grupos de población que solo se diferenciaban en que unos se podían vacunar contra el herpes zóster y otros no. “Es como un ensayo clínico con un grupo al que se ha ofrecido la vacuna y un grupo control al que no se ha ofrecido”, explica Geldsetzer, el director de la investigación.
El equipo de la Universidad de Stanford ha analizado datos anonimizados de 282.541 personas entre las que se diagnosticaron 35.307 casos de demencia. Según su análisis estadístico, la vacunación reduce un 20% la probabilidad de recibir un diagnóstico de demencia en los siete años siguientes, con un efecto protector mayor en mujeres que en hombres.
Hay dos posibles motivos por los que la vacunación reduce el riesgo de demencia, apunta Geldsetzer. Uno es que, al prevenir que el virus del herpes zóster se reactive, se evita que cause daños en el cerebro. El descubrimiento, en un estudio anterior, de que los herpesvirus favorecen las acumulaciones de proteína beta-amiloide en cerebros de ratones avala esta explicación. Además, los datos de Gales indican que, cuantas más reactivaciones del virus del herpes zóster sufre una persona, más alta es la probabilidad de que desarrolle demencia; pero que, si el herpes zóster se trata con fármacos antivirales, la incidencia de demencia se reduce.
El segundo motivo, que no es incompatible con el primero, es que la vacunación tenga efectos sobre el sistema inmune que van más allá de la acción contra el herpes zóster. Por ejemplo, podría reducir la neuroinflamación, lo que también ayudaría a prevenir la demencia.
Tras estudiar la población de Gales, el equipo de la Universidad de Stanford ha analizado datos de Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, donde ha confirmado que la vacunación contra el herpes reduce la probabilidad de desarrollar demencia en personas mayores.
Dado que solo una parte de los casos de alzheimer parece estar relacionado con el herpes zóster, la vacunación no puede prevenir todos los casos de demencia. Otras medidas que han demostrado eficacia para prevenir o retrasar la demencia incluyen una dieta saludable, la actividad física, las relaciones sociales y mantener la mente activa, informa la Fundación Pasqual Maragall.
El beneficio del 20% registrado en Gales puede variar según el tipo de vacuna utilizado o la edad a la que se recibe, advierte Geldsetzer. Los datos de su investigación corresponden a una vacuna de virus vivos atenuados, diferente de la vacuna recombinante más utilizada en la actualidad.
Aun así, “la vacuna del herpes zóster puede ser más efectiva, y más coste-efectiva, que las intervenciones farmacológicas existentes para prevenir o retrasar la demencia”, concluyen los investigadores en Nature.
Fuente: la Vanguardia