La moda dominicana post covid-19
La industria de la moda funciona con un ciclo de producción muy rápido y muy marcado por las temporadas y las colecciones. El secreto del éxito está en leer rápidamente las tendencias de mercado y en sacar productos que se ajusten al momento.
Pero ¿qué pasa cuando las tiendas cierran, el consumo cae y la rotación de productos se estanca? Eso es lo que ha ocurrido en la industria de la moda este año. El confinamiento por el coronavirus ha tenido un impacto directo en el comportamiento de los consumidores, quienes han centrado sus compras en todo aquello que es esencial para la protección, lo que ha obligado a los diseñadores a reenfocar su trabajo.
Los diseñadores de moda en RD, que son trabajadores autónomos, han visto frenada considerablemente su actividad durante casi ocho meses. Con locales propios o alquilados en los que no han podido desarrollar la actividad de su negocio, pero sí mantienen la responsabilidad de sus gastos sin facturar grandes beneficios.
Esta realidad ha forzado a muchos trabajadores del hilo y la aguja a parar sus actividades, mientras otros están reenfocando sus creaciones para lograr sobrevivir.
El afamado diseñador de moda Leonel Lirio tiene pausada su actividad laboral desde el pasado mes de abril y por primera vez en 25 años, lo que se traduce en grandes pérdidas económicas, tanto para él como para su equipo.
Actualmente Lirio realiza trabajos por encargo. “Durante la pandemia he cumplido algunos compromisos: vestidos de novias, bautizos y eventos que ya estaban programados”, dice.
Y es que según explica el afamado diseñador, el reenfoque a la moda que le están dando algunos modistos no es negocio para él. “Elaborar mascarillas, por ejemplo, pienso que no es sostenible para pagar empleomanía y cubrir gastos”.
Vestidos de novias. El diseñador Luis Domínguez, con más de dos décadas en la industria de la moda, hace cinco años decidió dedicarse a la elaboración de vestidos de novias, cortejo nupcial y otros eventos especiales, piezas que confecciona a la medida y por encargo.
Si bien la pandemia lo atrapó en medio de un nuevo esquema de trabajo, igual ha tenido importantes pérdidas de dinero, tal como aquellos que se dedican a la confección de colecciones por temporada.
“Anteriormente yo hacia hasta 14 bodas y hoy en día solo hago dos; es una reducción de un 90% del trabajo habitual. Esta pandemia nos ha dado muy duro”, lamenta.
Una oportunidad para reinventarse. El diseñador Keyther Estévez dice que con esta terrible pandemia que está afectando al mundo los planes de todos han cambiado. Muchos para bien, otros no para tanto.
“Tengo muchos planes que he podido desarrollar con esta pandemia. Uno de esos lo daré ha conocer públicamente la última semana de este mes de noviembre”, dice.
Igualmente asegura que tiene pensado hacer algunas piezas para Navidad.
Si bien en el campo de la moda se ha visto afectado como todos los demás, asegura que ha trabajado bastante como estilista.
“Para nadie es un secreto lo mucho que nos ha efectado a todos. Pero gracias a Dios en mi área de la moda he estado muy activo en estos últimos meses. Mi trabajo como estilista de moda no ha parado. Hemos estado creando y trabajando con todos mis clientes. En la parte de diseño sí ha disminuido un poco, ya que mis creaciones son más para esos momentos especiales y estos con la pandemia han estado un poco en pausa, pero si hemos estado trabajando también”.
Con relación a las nuevas demandas de la industria luego de la pandemia, Estévez asegura que siempre se está reinventando. “No me gusta hacer lo mismo siempre. Creo que eso es lo que me ha identificado en todo el trayecto de mi carrera como diseñador y como estilista de moda. Claro nunca sin salirme de mi área o mi norte”.
Ha limitado los ingresos, pero lo más importante de todo es que me ha enseñado que la naturaleza es sabia, pues nos envía situaciones críticas para que aprendamos a mejorar como profesionales, pero a la vez, como seres humanos.
Conocer el proceso. Marisol Henríquez coincide con sus colegas en el sentido de que como en todo el mundo la moda ha sido muy golpeada por la crisis económica generada a raíz de pandemia.
Sin embargo, dice que aunque ha tenido que reducir su personal, su taller sigue en pie. “La ventaja que tengo es que yo conozco todo el proceso de diseño, patronaje y confección, por lo que puedo trabajar con poca gente”, dice.
La diseñadora asegura que durante estos meses se ha mantenido trabajando para sus clientas fijas y elaborando bufandas para la Navidad.
Fuente: Hoy