Hígado graso puede derivar en cirrosis o cáncer
El hígado graso es una enfermedad «silenciosa» que, sin un diagnóstico oportuno, puede derivar en cirrosis o cáncer de hígado y llevar a la muerte, alertó el hepatólogo Jorge Luis Poo.
“El hígado graso es una enfermedad silenciosa que, de no atenderse de manera oportuna, puede tener diversas complicaciones, incluso la muerte”, señaló a Efe el especialista.
De acuerdo con el experto, este padecimiento se debe a la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas, lo cual se produce principalmente por la obesidad, la diabetes y la hiperlipidemia (grasa en la sangre).
“Tradicionalmente se dice que nuestro hígado tiene hasta un 5 % de grasa, cuando acumulamos más de eso, decimos que hay hígado graso no alcohólico, lo cual puede ocasionar inflamación, fibrosis, cirrosis y más adelante cáncer de hígado”, aseguró el expresidente de la Asociación Mexicana de Hepatología.
Sin embargo, este padecimiento es considerado silencioso debido a que no tiene síntomas claros, y por ello es de difícil diagnóstico, lo cual eleva la probabilidad de que los pacientes tengan complicaciones fatales.
“El hígado es un órgano que suele no presentar síntomas hasta que el problema está muy avanzado y con complicaciones. Es por eso que la diferencia entre un diagnóstico a tiempo y el tratamiento tardío puede salvar la vida del paciente”, señaló Poo.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 20 y 30 % de la población mundial sufre de hígado graso, mientras que en México se estima que unas 35 millones de personas padecen esta enfermedad.
La preocupación de los especialistas es que en México la obesidad se ha convertido en un problema de salud pública.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016, 3 de cada 10 menores entre los 5 y los 11 años padecen sobrepeso u obesidad, mientras que el 36,3 % de los adolescentes y 72,5 % de los adultos tienen alguna de esas dos condiciones.
Por eso es importante cambiar de hábitos alimenticios y aumentar la actividad física.
Bajar de peso para combatir el problema
“El tratamiento consiste fundamentalmente en la normalización del peso y el aumento de la actividad física. El sobrepeso y la obesidad son modificables mediante cambios en el estilo de vida. Además se debe evitar el alcohol y los medicamentos innecesarios”, explicó Poo.
Según la OMS, las enfermedades del hígado son la cuarta causa de mortalidad en los varones y la sexta en mujeres, y el cáncer de hígado se presenta en 90 % de aquellas personas que padecen cirrosis.
El especialista dijo que el principal reto para los médicos es el diagnóstico oportuno, el cual se puede hacer a través de un ultrasonido hepático y, en algunos casos, a través de una biopsia.
Poo insistió en el tema de la prevención y en hacer conciencia de esta problemática.
“Actualmente sabemos que entre 12 % y 15 % de la población pediátrica padece sobrepeso u obesidad. Es importante prevenir, porque seguramente en 20 o 30 años serán ellos quienes estarán padeciendo de cirrosis hepática”, dijo. EFE