Conozca al multimillonario que quiere cumplir el sueño más insólito: morir en “bancarrota”
Hasta hace 23 años, era conocido como un magnate que explotó como nadie el concepto de las compras libres de impuestos, como cofundador del Duty Free Shoppers Group. Pero en 1997, Charles Francis Chuck Feeney se reveló como un filántropo que por décadas había estado donando millones de dólares en secreto y que tenía un sueño insólito: morir en “bancarrota”.
A diferencia de otros magnates, que optan por donar buena parte de su riqueza al morir, o que si donan en vida lo hacen publicitando cada acto, en busca de reconocimiento, Feeney prefirió siempre el anonimato. Solo una disputa comercial lo obligó a hacer público su plan. Entonces, empezó a pregonar públicamente la idea de desprenderse en vida de lo cosechado, para servir de ejemplo a otros multimillonarios.
Se estima que a lo largo de su vida, ha cedido más de 8.000 millones de dólares a través de su fundación, Atlantic Philanthropies, que dejó de existir este lunes, tras cumplir su misión: entregó hasta el último centavo que Feeney había destinado para obras caritativas. De todo lo que fue su fortuna se quedó con solo dos millones de dólares para garantizar un retiro tranquilo para él y su esposa.
Feeney en su juventud (atlanticphilanthropies.org)
“Aprendimos mucho. Haríamos algunas cosas de manera diferente, pero estoy muy satisfecho. Me siento muy bien por haber completado esto en mi guardia”, dijo Feeney a Forbes. “Mi agradecimiento a todos los que se unieron a nosotros en este viaje. Y a aquellos que se preguntan sobre dar en vida: pruébenlo, les gustará”.
Feeney es conocido por su frugalidad extrema. Vive en un apartamento alquilado, vuela en clase económica, no tiene auto y usa un reloj Casio de 10 dólares. “Hasta los 75 años, viajaba sólo en autobús, y llevaba material de lectura en una bolsa de plástico. Durante muchos años, cuando estaba en Nueva York, no almorzaba en los restaurantes de lujo de la ciudad, sino en los acogedores confines del ‘Pabellón Irlandés de Tommy Makem’ en la calle 57 Este, donde comía las hamburguesas”, le contó en 2017 a The New York Times.
De origen irlandés, Feeney nació el 23 de abril de 1931 en Elizabeth, Nueva Jersey. La idea de compras sin impuestos apenas empezaba a asomar cuando él y su compañero de universidad Robert Warren Miller comenzaron a vender licor libre de tasas a los militares estadounidenses en Asia, en los años 50. Más tarde se expandieron a la venta de automóviles y tabaco, y fundaron el Duty Free Shoppers Group el 7 de noviembre de 1960.Un local de la cadena Duty Free en el Aeropuerto de Bangkok (REUTERS/Athit Perawongmetha/File Photo)
Con el tiempo, la firma se amplió a las tiendas libres de impuestos fuera del aeropuerto y a las grandes galerías de las ciudades. A mediados de los 90, distribuía beneficios de hasta 300 millones de dólares al año a los socios.
Feeney creó The Atlantic Philanthropies en 1982. Dos años más tarde, transfirió secretamente su participación del 38.75% en Duty Free Shoppers, entonces con un valor de unos 500 millones de dólares, a la fundación. Ni siquiera sus socios sabían que ya no era dueño de ninguna parte. Durante años, donó en secreto, exigiendo a los beneficiarios que no revelaran su identidad.
La Universidad de Cornell, su alma mater, fue la institución más favorecida por el filántropo: recibió casi mil millones de dólares en donaciones directas y a través de Atlantic. La organización también ha donado alrededor de mil millones de dólares a la educación en Irlanda, principalmente a instituciones de tercer nivel como la Universidad de Limerick y la Universidad de la Ciudad de Dublín. Feeney también hizo importantes contribuciones personales al Sinn Féin, el partido nacionalista irlandés que fue durante años el brazo político del temible IRA, que luchaba por la unificación de Irlanda.
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