Colombia elige su próximo presidente entre la izquierda y la derecha
Un exguerrillero y un delfín político se disputarán la presidencia de Colombia en una segunda ronda electoral que arrojará al sucesor de Juan Manuel Santos este 17 de junio: Gustavo Petro e Iván Duque se ubican en lados opuestos del espectro político y difieren en casi todos los temas urgentes que enfrenta el país sudamericano. Éstas son sus biografías.
IVÁN DUQUE
Con solo 41 años, Duque tiene una corta carrera política y sería el presidente más joven que Colombia ha tenido desde el siglo XIX. Representa al Centro Democrático, un partido de talante conservador fundado por el expresidente Álvaro Uribe.
Duque propone reactivar la economía mediante la reducción de impuestos a la empresa privada, quiere estimular la inversión en los sectores petroleros y mineros y hacer modificaciones al acuerdo de paz pactado en el 2016 entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que ahora es un partido político.
Al respecto, Duque ha mencionado que renegociaría la amnistía a excombatientes involucrados en narcotráfico y prohibiría que antiguos comandantes ocuparan cargos políticos prometidos en el acuerdo hasta que confesaran sus crímenes y resarcieran a las víctimas.
Estas ideas le han ayudado a liderar las encuestas electorales, aunque la ventaja de 20 puntos que ostentaba después de la primera ronda ha disminuido en los últimos días de campaña y de acuerdo a un sondeo ha dejado a Petro, su rival, sólo seis puntos atrás.
Algunos analistas temen que la modificación de los acuerdos incentive a algunos guerrilleros a retomar las armas y complique las negociaciones con la guerra del Ejército de Liberación Nacional (ELN), otro grupo insurgente que actualmente dialoga con el gobierno.
Otra propuesta polémica del candidato es una reforma judicial que reduciría el número de altas cortes en Colombia. El candidato ha dicho que la reforma es necesaria para que el sistema judicial sea más eficiente pero sus adversarios temen que sea una movida diseñada para ejercer más control sobre el poder judicial y beneficiar a Uribe. El expresidente enfrenta varios procesos por abusos de derechos humanos cometidos bajo su mandato.
Duque es hijo de un exgobernador de provincia, pero pasó la mayor parte de su vida profesional ocupando cargos medios en el Banco Interamericano de Desarrollo en Washington. Ingreso a la política en 2014, cuando el expresidente Uribe lo invitó a ser parte de la lista al senado del Centro Democrático.
En la primera ronda del pasado 27 de mayo, Duque obtuvo el 39% de los votos.
GUSTAVO PETRO
Es el candidato de Colombia Humana, un partido nuevo que tiene el apoyo de varios movimientos de izquierda.
Petro, de 58 años, fue guerrillero en su juventud y pasó un par de años en la cárcel por posesión de armas. En 1990 su agrupación guerrillera, el M-19, firmó un acuerdo de paz con el gobierno y Petro empezó a participar en la política. En los últimos 25 años ha sido representante a la cámara, senador y alcalde de Bogotá, y es conocido por liderar exitosas investigaciones contra políticos que tenían nexos con grupos paramilitares de extrema derecha.
Para ganar estas elecciones, Petro tendría que duplicar el número de votos que obtuvo en la primera vuelta, en la que quedó de segundo entre cinco candidatos con 25% de los sufragios.
En el plano económico, Petro propone promover el desarrollo de energías renovables y fomentar la agricultura para que la economía de Colombia dependa menos del petróleo y la minería. Petro además ha dicho que incrementaría los impuestos a grandes extensiones de tierras que el Estado considere improductivas y que incluso convencería a sus dueños a vendérselas al gobierno.
El exguerrillero apoya el actual acuerdo de paz con las FARC y ha dicho que prefiere reducir la producción de drogas en Colombia dando a los campesinos incentivos para cambiar a otros cultivos en vez de utilizar la fuerza.
Su talón de Aquiles durante la campaña ha sido su relación ambigua con el gobierno de la vecina Venezuela. Hace unos años Petro se declaró un admirador del fallecido líder revolucionario Hugo Chávez, a quien llamo “un gran líder latinoamericano” y el año pasado se distinguió de otros políticos colombianos por no criticar a Nicolás Maduro en una cuestionada elección para conformar la Asamblea Constituyente. Sin embargo, en los últimos meses de la campaña Petro ha dicho que Maduro se convirtió en un “dictador.” Los contrincantes de Petro lo acusan de cambiar de opinión por conveniencia y temen que si llega a ser presidente convertiría a Colombia en “otra Venezuela.” En respuesta, el candidato ha dicho que propondría políticas moderadas para reducir las inequidades sociales y que no quiere convertir a su país en un régimen autoritario basado en la explotación de recursos natural.