Opinión

Carlos Manuel Estrella: ¡No más muertes!

Del reporte final del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) sobre el operativo preventivo con motivo de la movilización extraordinaria por el feriado de Semana Santa se extraen importantes conclusiones y se ratifican hipótesis que deben generar políticas públicas.

Lo que parece una contabilidad macabra, porque se resalta el número de fallecidos en el período, es una constante que reitera la dolorosa realidad que sitúa los accidentes de tránsito como principal causa de muerte violenta en el país, con tendencia al incremento luctuoso.

Según el COE, desde el mediodía del Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección fueron reportados 741 accidentes viales que involucraron a 843 personas, entre ellas 556 motociclistas con saldo de 17 fallecidos en estos vehículos del total de 30 decesos en el asueto.

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Las motos son instrumentos de muerte en el país. El parque vehicular del país es de 2.2 millones de unidades de este tipo, 54 por ciento del total, y también representa más de la mitad de los sucesos fatales en vías públicas.

Las estadísticas no mienten. Los operativos son por temporadas y, sin embargo, todos los días y semanas se mantiene la tendencia al incremento de muertes en carreteras, calles y avenidas, producto de imprudencias y excesos que implican conductores de motocicletas, violadores olímpicos de la ley y osados jinetes que emulan “kamikazes”.

Si bien la moto es medio de trabajo, movilización y subsistencia de sectores de menores ingresos, y es sustituto del animal como transporte rural, cada vez es más urgente aplicar la coerción legítima a sus osados conductores.

Es necesaria la fiscalización constante de la autoridad, reiteración de campañas de educación vial, exigencia del cumplimiento de la ley desde la persecución y castigo de las más simples para contrarrestar y prevenir más muertes por el tránsito, otro factor de inseguridad

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