11 Mitos y verdades sobre la gripe
La gripe es una enfermedad respiratoria contagiosa, causada por diferentes cepas de virus de la influenza. Los síntomas generalmente incluyen tos, secreción nasal, dolor de garganta, dolor de cabeza, dolores musculares y fatiga, aunque no todo el mundo muestra los mismos síntomas. La severidad de la gripe puede ir de leve hasta casos graves que conducen a la hospitalización o incluso la muerte. La temporada de mayor impacto para la gripe es generalmente entre diciembre y febrero.
A continuación, algunos mitos sobre la gripe y la verdad sobre el virus.
Mito: la vacuna contra la gripe puede transmitir la enfermedad.
Verdad: cada año, la vacuna antigripal se fabrica a partir de componentes del virus de la gripe (o influenza) que no pueden transmitir la infección. Una vez administrada, la vacuna tarda de una a dos semanas en brindar protección inmunitaria contra el virus de la gripe. Puede que las personas que se enferman poco después de recibir la vacuna hayan estado infectadas por el virus de la gripe antes o justo después de vacunarse, o que hayan contraído alguna infección por otro virus respiratorio diferente al de la gripe.
Mito: las personas sanas no necesitan la vacuna contra la gripe.
Verdad: se recomienda que los menores de 6 meses a 19 años de edad, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades crónicas o mayores de 49 años de edad se vacunen todos los años, puesto que son las más vulnerables al virus de la gripe. También se recomienda la vacuna antigripal anual a las personas sanas, especialmente a los profesionales del sector salud, que podrían transmitir el virus a otros que caen dentro de las categorías arriba mencionadas.
Mito: no es necesario vacunarse contra la gripe todos los años.
Verdad: puesto que el virus de la gripe cambia (o muta) cada año, la vacuna antigripal se reformula anualmente para brindar protección contra las cepas dominantes más recientes del virus. Por lo tanto, es importante vacunarse para asegurarse de tener protección contra las cepas que tienen mayor probabilidad de causar un brote epidémico de gripe cada año.
Mito: las mujeres embarazadas no pueden recibir la vacuna contra la gripe.
Verdad: la vacuna antigripal se les recomienda a las mujeres embarazadas, puesto que el embarazo puede ocasionar cambios en el sistema inmunitario, el corazón y los pulmones que aumentan el riesgo de contraer gripe. La infección respiratoria grave y las fiebres altas asociadas a la gripe pueden conducir a complicaciones serias del embarazo, incluyendo el parto prematuro. Vacunarse también puede proteger al bebé durante sus primeros meses de vida, etapa en la cual el bebé es aún muy pequeño para recibir la vacuna antigripal, pero es muy propenso a enfermarse.
Mito: las personas alérgicas al huevo no pueden recibir la vacuna contra la gripe.
Verdad: existen disponibles vacunas sin proteínas de huevo, pero la mayoría de las personas alérgicas al huevo no tendrán reacciones adversas si reciben una vacuna que contiene huevo.
Mito: la gripe es solo un resfrío fuerte.
Verdad: la gripe o influenza puede provocar los síntomas de un resfrío fuerte, pero no deben tomarse a la ligera.
Mito: la gripe puede incluir síntomas gastrointestinales, como náuseas, vómitos y diarrea.
Verdad: muchas veces, el término “influenza estomacal” (gastroenteritis viral) se usa para describir enfermedades que se presentan con náuseas, vómitos o diarrea. Si bien a veces estos síntomas pueden relacionarse con la gripe o influenza, más frecuentemente en niños que en adultos, estos problemas rara vez son los síntomas principales de la influenza. La gripe es una enfermedad respiratoria, no una enfermedad estomacal o intestinal.
Mito: no es posible transmitir la gripe si uno se siente bien.
Verdad: casi el 30 por ciento de las personas portadoras del virus de la influenza no tienen ningún síntoma.
Mito: si tiene gripe con fiebre alta que dura más de un día o dos, puede que necesite antibióticos.
Verdad: los antibióticos son efectivos contra las bacterias, pero no son efectivos para tratar las infecciones virales como la gripe. Sin embargo, las infecciones bacterianas pueden ocurrir como una complicación del virus de la gripe. Si a usted le parece que sus síntomas de gripe persisten o empeoran, vaya a ver a su médico.
Mito: si contrae la gripe, quiere decir que la vacuna no fue efectiva.
Verdad: a diferencia de las vacunas que ofrecen el 100 por ciento de protección, como las vacunas contra el sarampión y la polio, la vacuna antigripal solo tiene aproximadamente un 60 a 90 por ciento de efectividad. Esto se debe a que cada año circulan múltiples cepas del virus de la gripe y a los investigadores les resulta difícil predecir exactamente cuáles serán las cepas dominantes. Existe la posibilidad de que, después de recibir la vacuna antigripal, uno se infecte con una cepa no incluida en la vacuna de ese año. Pero la vacuna será parcialmente efectiva y usted tendrá síntomas más leves.
Mito: lo único que se necesita para estar protegido contra la gripe es recibir la vacuna antigripal.
Verdad: aparte de vacunarse, usted puede aumentar al máximo la protección contra la gripe o influenza si se lava las manos con frecuencia y evita entrar en contacto con personas enfermas de gripe. Si usted estuvo expuesto a la gripe antes de recibir la vacuna, pregúntele a su médico sobre los medicamentos antivirales.
Fuente: Johns Hopkins Medicine